En muchas de mis entradas habreis leido muchas opiniones sobre los que hacen política o se definen a si mismos como políticos. Puede que alguno piense que los encasillo en el apartado de torpes o directamente en el de aprovechados. Nada en este mundo está tan definido o es tan sencillo. Muchas de estas personas son bastante inteligentes, otras son simplemente “listas” y dialecticamente bastante habiles, pero el que intenta ayudar a las demás personas, de verdad, desde la política. Se encuentra con un montón de variables a tener en cuenta.
Maquiavelo dio unas pautas o consejos a seguir en su libro “El principe”, para alguien que quisiera gobernar eficazmente. La mayoria de consejos nos pueden parecer escandalosos, pero la mayoria de gobiernos se basan en ellos en mayor o menor medida. El problema es que, aunque han pasado bastantes años desde la epoca del descubrimiento de america (juventud de Maquiavelo), se han modernizado las formas, pero no se han cambiado las mentalidades.
Su planteamiento de republica con dos partidos opuestos, se puede comprobar bastante definido en nuestra sociedad a pesar de ser una democracia en la que hay múltiples partidos y sus palabras confesando que no se debia de creer lo que el decia, es una alusión clara a la dialectica que es usada en política para conseguir los fines deseados (sean o no beneficiosos para la mayoria).
Nuestra legislación establece un comportamiento democrático hasta dentro de los mismos partidos, pero sabemos que funcionan como estructura vertical, acatando las ordenes de los que están arriba y ascendiendo más por simpatias que por valia en su labor por sus semejantes.
Es muy dificil intentar ayudar a los demas desde la política y no acabar cediendo a las presiones que llegan de todos lados. Quedan únicamente el camino del desanimo y que al final lleva a la desidia, el de la pertenencia a alguno de los grupos internos para poder ascender y que algunas veces ha llevado a la prepotencia, el camino del luchador nato, luchando contra todo y contra todos por un ideal de honestidad para todos o finalmente el enviarlo todo a tomar vientos y regresar a un trabajo que conocemos y nos haga sentirnos más honestos (son muy escasos estos últimos).
Quedan fuera de estos, los que simplemente se han dedicado a esto por el beneficio, los contactos, los chanchullos y que cuando acaben, puede haber sueldos de algunos millones de euros como premio a favores debidos. Lamentablemente, a estos se les llama también políticos y son los que hacen que muchas veces midamos a todos con la misma vara. 
Quiero concluir diciendo que nada es lo que parece y que deberiamos ayudar y apoyar no al presidente de un partido, sino al político de a pie que nos demuestre que sabe hacer las cosas, demostrandole nuestro apoyo y al que sea un aprovechado, afearle la conducta y mostrar sus errores para que los corrija.
Todos somos humanos, actuemos como tales con nosotros y con los demas.